Ha pasado ya una década desde que Katy Perry se autobautizase y sorprendiera al mundo con su éxito I kissed a girl. Desde entonces, la cantante se ha convertido en una de las grandes estrellas de la escena pop mundial.
Ahora, después de este ascenso vertiginoso, y tras más de un año inmersa en el Witness: Tour, parece que Perry ha decidido tomarse un descanso.
“Sabía lo que quería hacer desde que tenía 9 años, así que todo lo demás se volvió secundario. No presté atención a nada más que mis habilidades. Pero ya no me siento como si estuviera jugando; simplemente me siento una artista. Creo que no tengo que demostrar nada, lo que es un sentimiento liberador”, agregó la intérprete de ‘Roar’.
También reveló que ha tenido que afrontar muchas críticas destructivas y el poco éxito de su disco ‘Witness’. “He trabajado mucho para mejorar mi salud mental, mi parte emocional y espiritual”, contó Katy Perry. Finalmente, señaló que su familia y su novio Orlando Bloom la han apoyado bastante.